De eso no va la canción

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Soy un poco despistado en lo que a las letras de las canciones se refiere. En un principio no me fijo mucho en estas, salvo que por su naturaleza explícita sea imposible obviarlas (sí, me refiero a ti, pornografía auditiva). Primero me dejo llevar por la música, después me pongo en la tarea de prestar atención a lo que dicen (en sentido literal, qué palabras o frases son utilizadas) y su potencial significado o interpretación. Con los años eso ha ido cambiando; abro mis oídos más pronto, al punto de investigar la inspiración tras estas. Esto aplica tanto para canciones en español como en inglés. Mi hija, por fortuna, presta atención en paralelo tanto a la música como las letras. Varias veces me cuestiona: ¿de qué trata esa canción, papi? Yo, por mi parte, de igual manera, varias veces no sé qué responderle. Lo cual me motiva a prestar atención e investigar.  

Ahora, dicho lo anterior, podríamos enfrentarnos a dos ángulos de enfoques errados en cuanto a las letras: cuando creemos que dicen una palabra o frase o cuando creemos que trata de un tema, pero en realidad es de otro. Vámonos a recorrer ambos caminos.

Lo que creemos que escuchamos

¿Cuántas canciones hemos cantado mal en nuestras vidas sin darte cuenta? No me refiero a la falta de afinación. A mi mente vienen dos casos particulares personales, quizá hilarantes. Ustedes, argonautas, tendrán muchos más.

«La burrita» de Los Corraleros de Majagual

Canción de 1967, escrita y cantada por el cartagenero Eliseo Herrera al lado de uno los supergrupos más influyentes y recordados de la música tropical colombiana, Los Corraleros de Majagual. Es una canción ineludible en los diciembres parranderos colombianos, como tantas más de este conjunto musical. Precisamente, un diciembre en familia discutíamos la letra de esa canción. Resulta que la mayoría cantaba: «Ve coge el sillón y Josefa la Burrita». Yo, sin dudar, les corregí. «No, dice: ‘Ve coge el sillón y pónselo a la burrita’». Me refutaron con vehemencia; insistían que yo estaba equivocado. Mi argumento principal se basó en la coherencia de ambas versiones: «¿Cuál tiene más sentido?» Desde ese día nos referimos a esa canción de manera jocosa como «Josefa la Burrita».

«La burrita» en vivo de Los Corraleros de Majagual. Original de 1967

«Como duele querer» de Paco de América

Canción de 1994, interpretada por el artista antioqueño Francisco Javier Diaz, cuyo nombre artístico es Paco de América. Todo esto se encuentra en internet, lo hallé para rectificar datos erróneos que guardaba en mis recuerdos y que comenzaron a cuestionarse en esa misma noche en que discutíamos sobre «Josefa la Burrita». María Elena, «Nena», mi tía materna, me mencionó la canción en cuestión, el cómo ella cantaba «Oh, qué María Chistoque». Sin embargo, en algún no momento a lo largo de los años aguzó sus oídos y comprendió la realidad de la letra: «Toquen, mariachis, toquen». Me reí porque me sucedía lo mismo, incluso hasta ese preciso instante. Antes nos preguntábamos quién sería esa tal María y por qué tenía ese apellido tan particular. Así como le cambié el paradigma de «Josefa la Burrita», ella me cambió con respecto a «Cómo duele querer», cuyo nombre, para ser honesto, no tenía tampoco conocimiento sino hasta investigar para esta parada. De hecho, de manera inconsciente, daba por sentado que la cantaba Juan Gabriel (según lo recuerdos vagos, pues no escuchaba la canción hace años), pero no, resultó ser bien paisa el compositor e intérprete de esta canción. Para mí, la canción se seguirá llamando «María Chistoque».

«Cómo duele querer» de Paco de América. 1994

Lo que creemos que entendemos

En este caso vamos un poco más allá. No escucharemos mal las letras, en cambio, tergiversaremos su significado.

«Somos tres» de Franco De Vita

Canción de 1984, escrita e interpretada por venezolano Franco De Vita. Es una de esas que recuerdo guardarle un gusto especial desde niño por escucharla constantemente en la emisora de radio que mi mamá escucha a diario, La Voz de Colombia. «¿Qué fue lo qué pasó? / ¿Por qué esta situación? / ¿Hay acaso un intruso entre los dos?».  Con esos versos me quedé hasta mi edad adulta, por lo que la consideraba una canción sobre la infidelidad. Un día, sin más ni más, mis oídos se abrieron, dejé de repetir la letra como una lora y comprendí: «Pasarán solamente ocho meses / Y un tercero entre nosotros habrá / Así que piensa si de veras lo quieres o me marcho ya». Sonará tonto, pero fue real: se me erizó la piel, me metí en la historia. «¿Qué fue lo qué pasó? / No tiene discusión / Bienvenido sea el tercero entre los dos». Una historia cual de novela fue la que comprendí después de tantos años sobre un embarazo no deseado, pero sí bienvenido.

«Somos tres» de Franco De Vita. 1984

«Tú me estás atrapando otra vez» de Los Rodríguez

Canción de 1992 del grupo de rock argentino-español Los Rodríguez, con Andrés Calamaro en la voz y Ariel Rot como compositor de esta, además guitarrista de la banda. No, no es una canción de despecho o de un amor tóxico entre un hombre y una mujer, como el mismo título lo sugiere. Es de esas canciones cuyo significado y origen real conoce uno gracias a la aclaración su mismo autor. En esencia, ilustra la batalla de Ariel contra su adicción a la heroína. Frases como «Contigo solo puedo perder» o «Ahora tengo que esconder las heridas» dan cuenta de su significado no tan evidente. En efecto, sí se trata de una relación tóxica, literalmente.

«Tú me estás atrapando otra vez» de Los Rodríguez. 1992

«Blanca mujer» de Draco Rosa

Canción de 1996, incluida en el álbum de culto del boricua Vagabundo. No es otra canción de despecho; tampoco se trata de un hombre implorándole a una mujer que termine con su vida; mucho menos es una oda a la cocaína como algunos especulaban. En contraste, es un coloquio entre un hombre y la muerte personificada en una mujer de tez blanca a quien le pide que se lo lleve con él. «Te toca todavía vivir, porque aún no te ha llegado la hora».

«Blanca mujer» de Draco Rosa. 1996

«Fabricando fantasías» de Tito Nieves

Canción de 2004, interpretada por el salsero boricua Tito Nieves, más no escrita por él sino por el prolífico compositor cubano Jorge Luis Piloto. Sin conocer el trasfondo suena una canción cortavenas, de la pérdida de un amor contrariado. Sí es así, pero no como nos imaginamos. Cuando Jorge se la presentó a Tito, éste, luego de escuchar la primera frase, afirmó: «Esta canción es para mi hijo». Se refería a su hijo mayor, quien no hacía mucho había fallecido de cáncer. Esta vez el intérprete le dio un sentido diferente a la intención inicial del compositor original. Tanto dudaba Jorge que le propuso cambiar la letra «Quisiera verte despertar al lado mío» por «Quisiera verte caminar al lado mío», para disimular el sentido romántico que tenía dicho pasaje. Tito no accedió, porque esa frase describía su sentir cada vez que su hijo atravesaba la quimioterapia y esperaba poderlo ver despertar. Serendipia en su máxima expresión. Tito hizo suya la canción a pesar de dolor que le representaba interpretarla.

«Fabricando fantasías» en vivo de Tito Nieves. Original de 2004

¿Les ha sucedido lo mismo con alguna de las canciones mencionadas? ¿Qué otros ejemplos tienen? Los leo, argonautas.

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Mao MosGa
Mao MosGa
1 mes atrás

Uy Capitán, celenteeee mano.

Sopa de caracol quizá ?
Con las letras que nuestro entendedero escuchaba ….

O Arjona y su ” Ayudame Freud ” para saber a q relación se refería.

Buena y sonriente lectura mano

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