Frecuencia: «Tu templo» y las respuestas halladas

La antesala

Tal como lo percibí desde la primera vez que «Tu templo» llegó a mis oídos, Gabriel me confirma el influjo de Caifanes en la banda. Antes, en 1994 habían publicado una canción, una cumbia rock, llamada «Ya no más», aupados por dicho influjo, incluida en un álbum recopilatorio de rock nacional del sello Discos Fuentes, llamado El renacimiento, al lado de otras exitosas bandas paisas como Estados Alterados y Kraken. La canción contó con muy buena acogida en el ambiente musical de Medellín. Sin embargo, esto no fue suficiente para convencer a la disquera de firmarlos para grabar un álbum completo, un elepé: el anhelado sueño de la banda.

No obstante, gracias a la relación de compañerismo entre las bandas de rock de Medellín en aquellos años 90, en algún momento se toparon con un tal Juan Esteban Aristizábal, también conocido como Juanes, líder de la banda Ekhymosis, quien se ofreció a servirles como enlace con Álvaro Arango, vicepresidente de Codiscos (Gabriel se refiere a él como el «doctor Arango»). Para tal efecto, les sugirió grabar un demo con anticipación.

Así fue, grabaron cuatro canciones en el estudio de Federico López (quien produjo Balas de bebé de La Derecha entre otros exitosos álbumes del rock nacional). Le presentaron el resultado al doctor Arango, quien luego los citó y les manifestó que, entre las propuestas presentadas, le había llamado la atención una en particular que presentaba una fusión de rock con joropo; si deseaban grabar esa canción, contaban con el apoyo de él. Por tanto, dio luz verde para que grabaran un sencillo. Fue un momento de fugaz frustración al no tratarse de un álbum completo, pero, finalmente, representaba la oportunidad de volver a grabar en un estudio profesional con el apoyo de una disquera reconocida. Asimismo, el doctor Arango les dio el libre albedrío para grabar lo que quisieran como lado B. Su única exigencia adicional fue que Juan Esteban supervisara todo el proceso.

La concepción

«Tu templo» era una canción que ya había cobrado vida en sus presentaciones en vivo con gran aceptación. Fue escrita por el baterista de la banda, Alfonso «Fonso» Posada. Según sus palabras, «es una canción en la que se plantea una reflexión sobre la idolatría de símbolos religiosos por encima de la espiritualidad misma». De igual manera, la música fue compuesta por toda la banda con base en una idea también de Alfonso.

Para la versión incluida en el sencillo, la canción sufrió una transformación. Gabriel y Óscar Osorio (para entonces también guitarrista miembro de la banda, especialista en punteos, con experiencia en bandas de metal) se reunieron con Juanes en su casa. Fue muy respetuoso con lo ya creado. Revisaron la estructura de la canción en el demo. Entre otras cosas, les manifestó la necesidad de crear un «gancho» para canción. En consecuencia, les sugirió un punteo inicial de guitarra, similar al que finalmente terminó grabado en la canción, razón por la cual Juanes figura como coproductor musical de la canción.

La materialización

Así pues, a inicios del segundo semestre de 1995, se llevaron a cabo las grabaciones en Medellín del sencillo Yo reinaré, en Estudio Promix, de César Bohórquez, quien, de paso, realizó la mezcla.

Durante la grabación del lado A, «Tu templo», Juanes visitó un par veces el estudio, fiel a la solicitud del doctor Arango, más con la intención de animar a la banda que de interferir en el proceso. Contaron con Jorge Vargas, percusionista, quien interpretó las congas, el güiro y el cencerro (también los había apoyado en la grabación de «Ya no más» y en varias presentaciones en vivo). Igualmente, convocaron a otro músico para interpretar el cuatro, Dielber Rueda, quien no fue fácil de conseguir; con su aporte se logró darle el toque más joropero que requería la canción. De esta manera, con Gabriel Márquez (guitarra, voz), Santiago «Saso» Palacio (bajo y coros), Alfonso Posada (batería) y Óscar Osorio(guitarra), se completaba la banda para grabar el primer (?) joropo rock en Colombia, ese ritmo que no lograba descifrar cuando escuché la canción en 1997.

Como lado B se decidieron a grabar la versión de «El machete» de Gabriel Romero, pues, luego de analizarlo, ninguna de las otras canciones que tenían compuestas se acercaba a la propuesta de rock fusión que presentaba «Tu templo». De igual forma, la canción ya la tenían consolidada en sus toques en vivo con un enfoque punk. Pero primero debían conseguir la aprobación Gabriel Romero, quien resultó ser amigo de la familia de la entonces novia de Gabriel (Márquez). Él se sorprendió con la solicitud. Les sugirió incluso grabar mejor una versión de su canción «Me importa un carajo», quizá le sonaba más, justamente, punk. Aun así, gustoso, aceptó la solicitud.

El diseño del arte de Yo reinaré estuvo a cargo, también, de Alfonso. La tarea de la captura de las imágenes se encomendó al fotógrafo Juan Fernando Ospina. Dicho arte representaba una especie de sátira a la adoración de las imágenes religiosas y de todo tipo (como menciona arriba «Fonso» sobre la inspiración de la letra de «Tu templo»), con una imagen del Tío Lucas de los Locos Adams al lado izquierdo, del médico José Gregorio Hernández a la derecha con el Divino Niño en el centro, desenfocado.

Gabriel afirma que, si no es el primer sencillo en la ciudad prensado en disco compacto, bien podría ser de los primeros. Antes lo común era prensarlos en discos de vinilo de 7 pulgadas. Era un punto de inflexión en el alcance de la tecnología musical en la ciudad.

Difusión

«Tu templo» tuvo rotación en varias estaciones de radio de la ciudad, pero, sin duda, tuvo más resonancia en Radioacktiva Planeta Rock, donde alcanzó los primeros puestos.

No sonó en otras partes del país, con excepción, tal vez, según Gabriel, de Pereira, donde llegó a sonar en algunos bares. Esto da cuenta de la falta de apoyo y promoción de la disquera. No existe duda: la banda y la canción merecían más.

El videoclip que nunca fue

Mientras conversábamos, llegamos a un tema importante: el videoclip de la canción. Concibieron la idea de grabar uno en San Antonio de Pereira en Rionegro, en plena Semana Santa. De hecho, con Juan Fernando, el mismo fotógrafo del arte de Yo reinaré, viajaron hasta este municipio, donde éste le tomó varias fotos a la banda en medio del viacrucis. También, su mánager, Juan Carlos Berdugo, grabó unas imágenes en video. Pero todo el proceso no llegó a feliz término. No contaron con el dinero para poder sacar el video editado. Perdieron contacto con el fotógrafo y el mánager falleció años después. Todo el registro, al parecer, se perdió. Nadie de la banda quedó con evidencia alguna, con excepción de las fotos que quedaron dentro del arte del sencillo como tal.

Queda un sinsabor. No existe duda de que el videoclip fue el empuje extra que le faltó a la banda para lograr transcender más. El sólo concepto que tenían en mente suena genial. Quizá hubieran sonado en el resto de Colombia; quizá hubieran sonado en otros países; quizá hubieran realizado giras; quizá hubieran rotado en MTV; quizá luego su único álbum, 2 Gaps, hubiese recibido más apoyo; quizá hubieran visto a la banda como un medio de vida, de subsistencia. Quizá, quizá, quizá… Como el mismo Julio Correal, antiguo mánager de Aterciopelados, afirma en algunas entrevistas: sin el recordado video de «Bolero Falaz» la banda no hubiera logrado alcanzar el éxito que tuvo; así se encuentra Frecuencia: en el lado opuesto.

Sin embargo, como premio de consolación, lo más cercano que tenemos a un videoclip es esto:

Y vendrá más

En el tintero han quedado otras historias sobre la banda, las cuales verán la luz en alguna futura parada. Frecuencia merece su propia reseña en una era digital donde poco se encuentra sobre ella. Cuento con su compañía, argonautas.

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